El pensamiento crítico para los niños es una de las habilidades más esenciales para la vida. También es una habilidad importante del siglo XXI. Desafortunadamente, ir a la escuela es casi la antítesis de aprender a pensar críticamente.
En la escuela, los niños aprenden a repetir lo que dice el maestro o el libro de texto. Aprenden a seguir los pasos correctos en el orden correcto para obtener la respuesta correcta. Las aulas están llenas de ejercicios, memorización y tareas en lugar de enseñar a los estudiantes a pensar.
Depende de nosotros, los padres, complementar la educación de nuestros hijos con ejemplos de pensamiento crítico y enseñanza en la vida cotidiana. Veamos por qué y cómo podemos ayudar a nuestros hijos a convertirse en pensadores críticos.
¿Qué es el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico es un conjunto de habilidades y hábitos mentales, incluida la capacidad de definir un problema, identificar suposiciones, analizar ideas y razonar críticamente, y luego enumerar sistemáticamente diferentes causas posibles, crear soluciones plausibles o evaluar su corrección utilizando razonamiento lógico. También incluye la capacidad de hacer conexiones creativas entre ideas de diferentes disciplinas.
El filósofo, psicólogo y educador estadounidense John Dewey (1859–1952) llamó a esto “pensamiento reflexivo”. Dewey definió el pensamiento crítico como la consideración activa, persistente y cuidadosa de una creencia o supuesta forma de conocimiento. Implica someter activamente las ideas al escrutinio crítico, en lugar de aceptarlas pasivamente.
El pensamiento crítico para niños se trata de ayudarlos a desarrollar habilidades de razonamiento. Un pensador crítico hará las preguntas correctas en lugar de simplemente decir: “sí, esta es la respuesta correcta”. Analizarán las cosas y verán las razones de ellas y todas las alternativas.
¿Por qué es importante el pensamiento crítico?
El pensamiento crítico es una de las habilidades cognitivas más esenciales porque nos enseña cómo usar la disciplina y las habilidades lógicas para resolver problemas. También es importante para el cerebro y el desarrollo cognitivo de un niño. Estas habilidades son necesarias para preparar a un niño para comprender cómo funcionan las cosas en el mundo real y generar ideas creativas.
Además de adquirir habilidades para resolver problemas, ser capaz de pensar de forma independiente le permitirá a su hijo resistir la presión de los compañeros, formar sus propias opiniones y confiar en su propio pensamiento cuando se le pide que haga cosas que no quiere hacer.
Para la gran mayoría de los problemas cotidianos, puede ser suficiente confiar en el aprendizaje de memoria y de orden inferior que nuestros niños reciben de sus escuelas.
Sin embargo, los prejuicios, la mentalidad estrecha, la emoción o el dogma pueden disminuir fácilmente su utilidad. Cuando se enfrentan a problemas complejos, las personas que no están acostumbradas al pensamiento crítico generalmente confían en representaciones simplistas, pero a menudo inexactas u obsoletas, del mundo propagadas por los medios de comunicación.
Al usar el pensamiento de orden superior, podemos evitar cometer errores ilógicos que normalmente cometeríamos si viéramos el mundo a través de nuestras emociones, prejuicios y pensamientos irracionales.
¿Por qué es tan difícil enseñar el pensamiento crítico?
Si el razonamiento crítico es una parte tan importante del aprendizaje, ¿por qué la escuela no se enfoca en enseñar estas habilidades vitales?
La respuesta rápida es: “Lo intentan, pero no pueden”.
Esto se debe a que, para “pensar críticamente” sobre un tema, se necesita tener un conocimiento profundo sobre un tema y aplicar la lógica formal.
No existe una forma efectiva de enseñar conocimientos “generales” “profundos”. Las habilidades básicas de razonamiento aprendidas en programas sobre ciertos temas no se transfieren fácilmente a otros dominios.
Traducido de: https://www.parentingforbrain.com/critical-thinking-for-kids/